Este 8 de marzo, un día que recuerda las primeras luchas y masacres obreras femeninas, Kuriche se suma a la huelga feminista contra las multiples formas de opresión hacia las mujeres, en especial al grito afro del feminismo negro contra el sexismo, el racismo y el elitismo. Por un feminismo AMEFRICANO, como dijera la antropóloga y folklorista brasilera Lélia González.
Explotadas como esclavas, nodrizas de pecho o sirvientas. Insurrectas como quilombolas, palenqueras o cimarronas. Continuamente sexualizadas, racializadas, estigmatizadas, pero también empoderadas y orgullosas desde esa misma negritud que es objeto de inferiorización y menosprecio, como hicieran las primeras cubanas letradas antiesclavistas a finales del siglo XIX con sus publicaciones libertarias.
Como INDOAFROLATINOAMERICANAS, saludamos en especial a las matriarcas de las reivindicaciones del pueblo afrochileno, quienes desde el inicio del presente siglo vienen peleando por tener un espacio en el imaginario blanqueado de la chilenidad. Y junto a ellas, a todas las luchas antirracistas, antipatriarcales y decoloniales que agitan cuerpas y territorios tanto dentro como fuera de esta Convocatoria.
L@s dejamos con la clásica declamación de la tremenda Victoria Santa Cruz: «Me gritaron ¡Negra!»